No alardear de los dones que Dios nos ha dado
Los dones de Dios deben ser una oportunidad para la humildad, no para la soberbia, temiendo hacerse abominable ante Dios por complacer a los hombres. El Apóstol dice también: Si complaciera a los hombres, no sería siervo de Cristo (Gal 1, 10); pero para esto se necesita un sano discernimiento. Hay que mostrar compasión por
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